• Regiones geográficas. Las regiones geográficas constituyen áreas con características homogéneas en cuanto a condiciones de relieve, climáticas, geológicas, geomorfológicas y de suelos, junto con las actividades socioculturales que los pobladores llevan a cabo en un paisaje visible, donde los grupos humanos lo moldean, pero a su vez reciben influencia del ambiente (IGAC, 2008). El territorio colombiano se divide en seis regiones: Caribe, Insular, Pacífica, Andina, Orinoquia y Amazonia.
El sistema montañoso y los océanos que rodean el país se constituyen en elementos estructuradores del territorio, el cual es atravesado de sur a norte por la formación montañosa de los Andes; flanqueado por el océano Pacífico en el occidente y el Mar Caribe por el norte, la cuenca del Orinoco en el oriente y la cuenca Amazónica por el suroriente.
La diversidad fisiográfica en valles y montañas, llanuras y piedemontes, sierra y serranías incide en la diversidad de climas que pueden variar, en un mismo momento del año, de temperaturas altas propias de un clima cálido seco –como el de la zona desértica de La Guajira o un cálido húmedo en la región de la Amazonia–, a bajas temperaturas en las zonas de los nevados o páramos, pasando por los diferentes pisos climáticos que se pueden encontrar en el ascenso de la cadena montañosa de la región Andina.
Enmarcado en un territorio tan diverso, el país dispone de abundantes minerales y recursos de energía: posee las reservas más grandes de carbón en América Latina y se constituye en el segundo potencial hidroeléctrico de la región, después de Brasil.
Para principios del siglo XXI posee reservas de petróleo estimadas en 2,6 mil millones de barriles, que representan cerca del 3,5 % de las reservas mundiales. Igualmente, Colombia posee cantidades significativas de ferroníquel, oro, plata, platino y esmeraldas.
Los factores físicos y económicos son determinantes, a lo largo del tiempo, en los patrones de asentamiento y distribución de la población. La región Andina, dominada topográficamente por las tres cordilleras, ofreció, desde la época precolombina, las condiciones de vida propicias para albergar la mayor cantidad de población, gracias a que su clima protege de las enfermedades tropicales, entre otras razones. Desde los primeros poblamientos, los altiplanos han ofrecido las mejores condiciones para desarrollar la vida económica de sus pobladores, tanto que en ellos vive hoy cerca de las dos terceras partes de la población colombiana.
La región Caribe, a pesar de haber sido la cuna de grandes concentraciones poblacionales en la época prehispánica, se conformó en puente entre el exterior y las poblaciones del interior del continente, y alberga, después de la Andina, la mayor cantidad de población en la actualidad.
Las regiones de la Orinoquia, la Amazonía y el Pacífico, a pesar de constituir más de la mitad del territorio nacional, son los territorios menos poblados del país, aun cuando en los últimos cincuenta años se han dado importantes flujos inmigratorios.Su población se caracteriza por la alta vulnerabilidad demográfica y social explicada en parte por la mayor presencia de grupos étnicos y por las difíciles condiciones de accesibilidad.
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