2.2. DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN
La distribución territorial de la población colombiana obedece y está condicionada por situaciones geográficas, procesos geohistóricos y dinámicas socioeconómicas que se expresan a través de complejas relaciones que han determinado las características de la población y sus vínculos cambiantes con el territorio.
Entre los factores físicos que inciden en la distribución espacial de la población se encuentra el clima, la calidad de los suelos, las unidades fisiográficas o tipos de paisajes y los recursos naturales presentes en el territorio, factores que facilitan o reducen el desarrollo de las actividades humanas. Los climas fríos y templados han propiciado que la población se haya concentrado sobre los altiplanos y valles medios de las tres cordilleras, especialmente de la Central y Oriental. Los procesos de poblamiento han encontrado en estos altiplanos suelos fértiles de origen volcánico lo que ha afianzado la explotación agropecuaria. Las llanuras costeras y los litorales también presentan altas concentraciones poblacionales que se relacionan directamente con las actividades económicas ligadas al comercio y a la producción agrícola.
Otros factores sociales como el prolongado conflicto armado, la inseguridad y la falta de oportunidades han incidido en los procesos de distribución poblacional en las regiones del país, provocando el abandono de las áreas rurales y el crecimiento de las áreas urbanas, especialmente de las grandes ciudades, en muchos casos engrosando asentamientos de precarias condiciones.
Con estos determinantes, la distribución de la población se puede analizar desde diferentes categorías de agregación espacial y escalas: departamentos, municipios, áreas urbanas o rurales, e incluso a través de regiones que, además del espacio geográfico, comparten identidad regional, procesos históricos y vínculos económicos.
La concentración y la dispersión de la población están determinadas por los factores y patrones del orden local. Así, los asentamientos históricos, como Bogotá, Tunja, Cartagena, Popayán, Cali y otros consolidados en cercanías de estos o de principales puertos fluviales como Barranquilla y Santa Marta, se constituyen en los municipios de mayor población dentro de sus respectivas regiones, propiciando diferencias en la concentración de la población en el territorio a escala nacional: el centro y occidente del país densamente poblado, de un lado, y el oriente, escasamente poblado, en donde aún se desarrollan procesos de colonización. La coexistencia de estas dinámicas incide en los niveles de desarrollo de manera que conlleva a que unas áreas se consoliden más que otras expresándose esto a través de características económicas, demográficas, sociales y culturales.
A continuación se puede observar la distribución de la población de Colombia a través de la representación de un cartograma, el cual distorsiona las superficies reales de acuerdo con la magnitud de la variable, en este caso el total de población. En el cartograma presentado bajo el método Gastner-Newman, se puede apreciar como la mayor concentración de personas se presenta en la región Andina en ciudades como Bogotá, D. C., Cali y Medellín y en la Región Caribe en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, resaltando en forma abultada dichos territorios. Donde hay menor población el cartograma se estrecha, siendo evidente en las regiones de la Orinoquia y Amazonia.
Figura 2.1. Cartograma de la población total
Fuente: Dirección de Geoestadística.
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