4.1. DIFERENCIALES TERRITORIALES DE LAS NECESIDADES BÁSICAS
Un método directo de uso generalizado en América Latina es el de necesidades básicas insatisfechas (NBI), el cual ha sido difundido por la Cepal como una alternativa para la identificación de los hogares en condiciones de pobreza y en el cual se toman en cuenta aspectos que no se ven necesariamente reflejados en el nivel de ingreso de un hogar. En su construcción se aprovecha el inmenso potencial de desagregación geográfica que permite la información censal (Cepal, 2001).
Como resultado del método se obtiene un indicador que, para el caso de Colombia, está compuesto por cinco indicadores simples: el estado de la vivienda, los servicios básicos, el grado de hacinamiento, el nivel de asistencia escolar de los niños y el grado de dependencia económica de los hogares, todas ellos características básicas de los hogares en el país.
De acuerdo con la información del Censo General 2005, el 27, 8 % de la población colombiana no tenía sus necesidades básicas satisfechas. El nivel de insatisfacción de necesidades era más acentuado en las áreas resto con un 53,5 % de la población en condiciones de NBI, mientras que en las cabeceras municipales la proporción de personas con NBI era de 19,7 %. Esta desigualdad en el nivel de satisfacción ratifica la existencia de abismos permanentes de la nación expresada en la fuerte incidencia relativa de necesidades insatisfechas a lo largo del área resto. Sin embargo, y a pesar de que en las cabeceras el indicador de NBI es menor, la incidencia real medida en términos absolutos evidencia que un mayor número de hogares no podía satisfacer sus necesidades básicas.
Cuadro 4.1. NBI, según el Censo de Población y Vivienda 1993 y Censo General
2005
Fuente: DANE.
El análisis geográfico de la pobreza a través del NBI deja ver que la incidencia superior al 75,0 % de la población se destaca principalmente en la región Caribe, la gran llanura oriental (Orinoquia y Amazonia), la región pacífica chocoana y el sur del país (Cauca y Nariño) tanto en su parte andina como en su franja costera. Las regiones con menor proporción de personas con NBI incluyen la mayoría de municipios localizados sobre los principales ejes productivos que se conforman entre las ciudades de Cali-Eje Cafetero-Medellín y el eje Bogotá, D. C.-Bucaramanga.
La distribución espacial de la pobreza por NBI, a nivel municipal, está asociada a la distribución poblacional, la localización territorial de los mercados y la concentración de la inversión pública y privada, factores que convergen en las capitales departamentales donde se localizan las principales economías urbanas y centros de servicios de nivel regional, articulados por la red vial nacional.
El resultado de esta distribución espacial es un patrón concéntrico en donde la población con NBI menor al 20,0 % se localiza alrededor de las principales ciudades o centros urbanos del país, conformados por 106 municipios (entre ellos, 12 capitales departamentales y sus municipios de entorno). En el otro extremo se identifican 102 municipios con NBI mayor o igual al 75,0 %.
Gráfico 4.1. Distribución de los municipios
por rangos de NBI
2005
Fuente: DANE.
Mapa 4.1. Necesidades básicas insatisfechas (NBI) total, según municipio
1993 y 2005
Las condiciones de pobreza o NBI afectan al 40,0 % o más de su población en 55,0 % de los municipios situados en áreas dispersas y marginales, principalmente en las fronteras geográficas y productivas del país. No obstante, dado el bajo volumen de población que en ellos reside, la incidencia absoluta de la pobreza es limitada.
La brecha espacial que se percibe parece reforzarse con las lógicas territoriales que devienen de la mayor integración del país al mercado global, generando asimetrías que se evidencian en el desarrollo económico y social, y que se ha denominado patrón dual de la conformación territorial.
Así, Antioquia es uno de los departamentos en donde la distribución de la pobreza se evidencia de forma concéntrica; en términos generales los porcentajes de población con NBI más bajos se localizan en el Valle de Aburrá, y la proporción va incrementándose hacia las provincias externas. No obstante, los niveles de pobreza no se presentan de manera similar hacia el sur y oriente que hacia el norte y el noroeste (Bajo Cauca, Urabá, Norte y Nordeste, donde se alcanzan proporciones superiores al 60,0 %).
Esto se debe en parte a que el mercado regional que se estructuró desde la segunda mitad del siglo XIX como producto de la colonización antioqueña articuló fuertemente el centro antioqueño con las provincias del sur a través de su red de carreteras y caminos. La economía cafetera de la primera mitad del siglo XX acentuó aún más este mercado y se consolidaron las diferencias respecto de regiones como el norte, que se desarrolló bajo lógicas económicas y sociales diferentes, bien entrado el siglo XX, especialmente la minería y la ganadería extensiva (Uribe, 1989).
De esta forma, el norte del departamento de Antioquia presenta condiciones de pobreza muy distintas al resto del departamento, modificadas por el enclave agroindustrial exportador que conforma el eje bananero: Chigorodó, Carepa y Apartadó, cuya producción articula de forma distinta a estos municipios con los mercados departamental, nacional e internacional.
Gráfico 4.2. Porcentaje de población con NBI,
por departamentos
1993 y 2005
Fuente: DANE, Censo General 2005.
1 Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Chocó, Vichada, La Guajira y Guainía son los departamentos en donde más del 60,0 % de la población total tiene NBI, mientras que los departamentos con menos del 20,0 % de su población con NBI son solamente los del Eje Cafetero (Caldas, Quindío, Risaralda), Valle del Cauca y Bogotá, D. C. que se ubica por debajo del 10,0 % con el 9,2 %.
La interpretación de las condiciones de vida y del bienestar de una sociedad se aborda con distintas perspectivas que incluyen desde el enfoque de la satisfacción de las necesidades colectivas, hasta enfoques sobre carencias o requerimientos en los que se consideran aspectos materiales y del entorno ambiental que se requieren para satisfacer necesidades físicas, sicológicas, percepciones de felicidad o de satisfacción de las personas. Independientemente de que las necesidades se aborden de manera colectiva o individual, los estudiosos de la calidad de vida han establecido categorías para su comprensión y atención identificando necesidades vitales, de seguridad, sociales, de estimación o afecto y de autorrealización, entre otras.
Las condiciones de vida, el nivel de bienestar o de pobreza y la calidad de vida están asociadas a las características y frecuencia con las que una población satisface sus necesidades socioeconómicas y físico-ambientales. En la perspectiva del desarrollo, su análisis refiere al conjunto de satisfactores promedio alcanzados por un grupo social o poblacional y su evaluación respecto a un nivel de referencia definido o acordado a partir de aspectos específicos que delimitan el alcance conceptual.
La pobreza, por su parte, es una aproximación cuantitativa que expresa el nivel de condiciones de vida de una población, desde un enfoque de carencia de recursos necesarios para satisfacer requerimientos físicos y psíquicos específicos (alimentación, nutrición, vivienda, salud, acceso a agua potable, ingresos monetarios, tecnología). El documento de La Misión emprendida en Colombia para el Diseño de una Estrategia para la Reducción de la Pobreza y la Desigualdad, creada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en el año 2004, enuncia que la pobreza es «Un estado de privación del bienestar no solo material (consumo de alimentos, vivienda, educación, salud, entre otros) sino que se refiere también a otras esferas de la vida: inseguridad personal y de los bienes; vulnerabilidad a la salud, a los desastres y a las crisis económicas; exclusión social y política; y libertad de realización de capacidades» (Ramírez y Muñoz, 2004, citados por López y Núñez, 2007).
En América Latina, las metodologías usadas con mayor frecuencia para la estimación de la pobreza giran alrededor de los conceptos de nivel de ingresos o línea de pobreza y de necesidades básicas insatisfechas (NBI), ambas calculadas con base en fuentes de información diferentes y con distintos grados de desagregación territorial. A continuación se presenta la visión territorial de los resultados del análisis de las necesidades básicas para Colombia.
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